Técnicas de Empowerment para potenciar la productividad, la innovación y el sentido de pertenencia en la empresa

Suele trabajar desde cuatro frentes: innovación centrada en el cliente (nuevas propuestas de valor), innovación de procesos internos (más eficiencia y calidad), innovación tecnológica o digital (nuevas herramientas y modelos de datos) e innovación organizativa y cultural (formas de trabajar más ágiles y colaborativas).

Se acostumbra a hablar de productividad del trabajo (resultado por persona u hora), productividad del capital o de los activos (resultado por maquinaria, instalaciones, inversión), productividad por recursos clave como materiales o energía y productividad total de factores, que mide el rendimiento conjunto de todos los recursos.

Los más citados son innovación de producto o servicio (lo que vendes), de proceso (cómo lo produces o prestas), de marketing (cómo lo posicionas, comunicas y vendes) y organizativa o de modelo de negocio (cómo te estructuras y ganas dinero de forma distinta).

La productividad es la relación entre lo que se obtiene y los recursos utilizados, es decir, cuánta “salida” logras por cada unidad de “entrada”. La innovación es la capacidad de crear y aplicar ideas nuevas que generan valor, y suele ser el motor que permite aumentar la productividad de forma sostenible.